Árbol Gordo Editores

viernes, 16 de septiembre de 2016

Ningún santo

El otro día estaba mirando el caso del chico este, Alves. Sebastian Alves. ¿O Santiago? El chico este que cagaron a trompadas, ¿viste? El que necesita el trasplante, exacto.
Bueno, yo no seguía el caso porque en casa no tengo tele.
No, bueno, no tengo tele porque no quiero que mis hijos se críen mirando una pantalla. En casa somos más de leer y esas cosas.
Por eso no tenía bien en claro qué había pasado, pero el otro día pasé por el restaurante vegetariano que tengo en la esquina de casa para comprar el almuerzo y... Soy, sí. Somos, todos en casa. Los nenes también. Hace ocho meses y medio. Nada, ni pollo. ¡Menos! el pescado nunca me gustó. No, Luchi, empanadas de jamón y queso tampoco, el jamón es carne. En casa se come mucha legumbre, mucha verdura, mucha fruta. Sí, mis hijos están bien. Bueno, cuestión que mientras esperaba en la fila para pesar la comida, me quedo un rato mirando el noticiero y ahí explicaban claramente que sí, que es cierto, que al muchacho lo molieron a trompadas, pero que este chico Sebastián, Santiago, no sé como se llama, iba con la casaca de Banfield por pleno Lanús. ¿Cómo que qué tiene que ver? Evidentemente el tipo estaba buscando que le peguen, tenés que fijarte un poquito cómo te vestís. Aparte, yo no entiendo la provocación. Vos sabés cómo son los hombres. Sí, yo sé que los que le pegaron estaban re drogados. Con más razón, entonces. No, no se sabe todavía si hubo abuso Pero a ver, vamos a la lógica más simple: si el tipo no está en sus casillas no lo podés ir a provocar de esa manera. ¿Vos sabías que el muchachito este, Sebastián, faltaba a la escuela para salir a bailar de miércoles a domingo? Ah, ¿y entonces? Ningún santo el nene. No, yo sí puedo opinar porque mostraron todo su Facebook en el noticiero y los twitters que subía re enfiestado. ¿Sabés qué? ¡Bien hecho! Y sí, ¡bien hecho! Si se hubiese quedado en su casa no le hubiese pasado nada. Después salen los padres pidiendo justicia, diciendo que era un buen chico, que nunca tuvo problemas con nadie. Bueno, no sé, en todo caso veremos qué dice el juez. Ante el juez somos todos iguales, hombres y mujeres. A mí no me parece tan grave, qué querés que te diga. Che, qué rico que está tu mate, te robo otro. Bueno, amiga, te dejo que estoy llegando tarde a yoga, tipo una paso a buscar a los nenes.

2 comentarios:

  1. Uff.. y pensar la cantidad de gente q piensa así

    ResponderEliminar
  2. Me gusta. Juega con el tema de la paz y ética animal y la espiritualidad snoob de hacer yoga pero la cero empatía hacia otros seres humanos. Mucho vegano machista, xenófobo, homofóbico hay

    ResponderEliminar