Árbol Gordo Editores

jueves, 19 de julio de 2018

Sonreír para nadie

No quiero ponerme de novia el próximo finde largo, ni el verano que viene, ni quiero salir de compras y llenar un taxi de bolsas de plástico.


No quiero empezar el gimnasio y ponerme diosa, ni salir en fotos abrazada con pibes que no conozcas. No quiero ponerme en pedo y dormir con alguien, por no dormir sola.


No quiero que mires mis fotos y te arrepientas de nada.


No quiero cruzarte por casualidad y verte más gordo, más feo o más triste, y después pasar la noche en el boliche, contándole a las chicas, a los gritos, que me diste un poco de pena, mientras ellas me miran con un montón de lástima y una dice voy al baño y otra dice te acompaño, porque ya no me aguantan.


No quiero borrar del teléfono las fotos que nos sacamos juntos, pero tampoco quiero pasarlas a la compu. No quiero crear una carpeta nueva en la carpeta de las fotos. ¿Qué nombre le pondría? Me resulta impensable, me sentiría ridícula. ¿Recuerdos? Sacrilegio, tan Coelho que lastima.


No quiero borrar tu número, aunque me tengas bloqueada, ni quiero hacerme una cuenta de Instagram con un nombre truchísimo para espiarte a escondidas, algunos días con la mano en la bombacha, otros días con los dedos en los bordes de los ojos, atajando las lágrimas.


No quiero hacerte daño ni saber que te lo han hecho. No quiero pensarte doliente y sonreír para nadie, ennegrecida, satisecha.


Yo sólo quiero que vayas. Que vayas tranquilo. Que vayas hasta donde llegues, que yo desde acá te miro. Desde este espacio oscurito entre la carne y el iris, donde te tengo guardado. Donde te tengo escondido. Donde te tengo anotado, hecho cuento; donde te tengo hecho foto y abrigo. Donde te tengo, aunque no te quiera mío.

7 comentarios: